Cuatro relatos ingeniosos y sorprendentes que tienen como vínculo la música y el sexo. La soledad, el deseo de comenzar de nuevo y la posibilidad de reinventarse a uno mismo en internet incentivan nuevas amistades al son de las más diversas melodías: tal es el caso de esos amantes que preservan su relación en una efímera burbuja, o del sacerdote-detective que descubre al asesino gracias a una canción de David Bowie.