Paisaje quebrado es una novela negra, pero sobre todo, es una novela de ideas y de personajes. La trama detestivesca, con su escenario criminal, desarrolla por una parte, una honda reflexión sobre la imposible correspondencia entre las grandes construcciones ideológicas y una realidad que siempre las desborda; y, por otra, construye un preciso recorrido por la intimidad de las relaciones personales, el amor, la amistad, las ambiciones pequeñas, casi mezquinas, y la banalidad de los espejismos mundanos.